por Ann Weiser Cornell
Focusing Tips E-Newsletter
Tip #177
Traducido por Carolina Preve
“Soy una mala persona…Soy estúpida…Soy el Diablo”
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Un lector pregunta: “Una memoria de una experiencia pasada suele aparecer. Merodea mi conciencia brevemente sin que aparezca juicio. Luego un algo-critico invisible irrumpe como en picada, muy rápidamente, evalúa la experiencia, y me encuentro arrastrado en una situación en la que siento culpa y vergüenza. Me escucho a mi mismo balbuceando silenciosamente: ‘soy una mala persona. Cómo puedo haber hecho una cosa tan horrible? Soy estúpido. Soy el diablo’ Es como si una acción física desagradable, como un soplo, pasara a través mío. A su paso, queda tensión detrás de mis ojos, dificultad en la respiración y una pesadez, oscura, nauseosa y sucia en mi pecho. Me siento aturdida, como sin conocimiento, algo semejante a una prisionera convicta que sabe que hizo algo terriblemente malo y ahora tiene que encarar las consecuencias. Demás está decir que toda esta situación me saca del momento presente y me arroja nuevamente hacia sentimientos no resueltos, pasados inclusive hace muchas décadas atrás.
“Hay alguna manera de aplicar Focusing a esta situación?”
Querida Lectora,
Debe ser una situación difícil de atravesar, y lo siento por ti. Y si, Focusing puede ayudarte.
Para usar la terminología que Barbara McGavin y yo desarrollamos para situaciones difíciles de la vida, estás siendo secuestrado por un Controlador atacante y un Defensor colapsado. El ser “Secuestrado” es un proceso en el que nos salimos de Presencia tan rápidamente que ya pasó antes de que nos hayamos dado cuenta.
El “secuestro” es difícil por que te sientes mal antes de que puedas tomar consciencia de que pasó. Pero NI BIEN te das cuenta de que pasó, restablécete en Presencia nuevamente en primer lugar.
Encuentra tus pies…encuentra tus apoyos…y toma algunas respiraciones concientes.
Luego usa Lenguaje de Presencia para empezar a registrar lo que está ocurriendo:
“Estoy sintiendo algo en mi pecho que se siente oscuro, sucio, nauseoso, pesado. Estoy sintiendo algo en mi que está diciendo que soy una mala persona. Y estoy sintiendo algo en mi que está juzgando mis acciones pasadas, diciendo que debería sentirme mal.”
Una vez que las partes y los lugares fueron reconocidos, tal vez un saludo amable a cada uno y una mano amable sobre el que más se siente corporalmente ayudará a sostener una sensación de contacto: Tu en Presencia estando con esas partes internas.
“ Es tan obvio. ¡Por supuesto!”
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Antes de que yo pudiera responder, esta lectora tuvo una experiencia iluminadora. Este es el siguiente mail que recibí: “Querida Ann, tuve una repentina — y liberadora — experiencia hoy leyendo tu libro Radical Acceptance of Everything.
“Es tan obvio. Por supuesto estuve sobre-identificándome con la parte avergonzada, en vez de decir, ‘estoy sintiendo algo en mi que se siente extremadamente avergonzado, culpable y diablo cuando es atacado por haber pasado por una experiencia en particular. Una vez que la Presencia entró en la escena, pude finalmente tomar un respiro profundo y refrescante de aire limpio luego de emerger de un denso, repugnante, sofocante lago de baba . Ese hábito como un lago de baba sigue sintiéndose enorme, peligroso y cercano. Pero ahora, por lo menos estoy en la orilla mirándolo en vez de estar ahogándome en él.”
Maravilloso! Estoy conmovida y honrada de que mi libro – y el poderoso concepto de Presencia que Bárbara McGAvin y yo desarrollamos – pudo ser de tanta ayuda.
Y ahora déjame decir algo acerca de lo que podría pasar luego.
Llamar algo un “hábito como un lago de baba” es signo de que mi lectora no está totalmente en Presencia todavía. Es muy bueno que se sienta aliviada…pero sigue identificada con algo en ella que está usando una etiqueta negativa para sacar del medio a la experiencia emocional. Es difícil que la experiencia se llame a si misma “babosa” y “hábito”.
Mi predicción es, que en la medida que ella tome más tiempo para establecerse en Presencia, podrá registrar esta otra identificación que también necesita ser tenida en cuenta. Su sensación de estar en Presencia será más sólida y más disponible. Con el tiempo podrá sentarse con sus sentimientos dolorosos con compasión y curiosidad.
Lo que se despliegue de ese proceso de escucha compasiva no puede ser predicho, pero podría ser algo así: Algo pasó, hace mucho tiempo, que fue experienciado por el organismo como espantoso , amenazante, y la vida a partir de allí no pudo desarrollarse del modo que hubiera necesitado hacerlo. Se hicieron interpretaciones (“esto significa yo soy…”) y los guardianes tomaron los roles de fiera protección.
Lo que parecía ser baba resultará algo tierno, pequeño y todavía verde, tratando de mantenerse con vida. Esto es lo que predigo. Ya veremos.