por Ann Weiser Cornell
Focusing Tips E-Newsletter
Tip #98
Traducido por Carolina Preve
“Cómo empiezo cuando no hay nada ahí?”
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Gisela escribe: “Cuando quiero focalizar, por que establecí día y hora con alguien, o cuando focalizo sola por que creo que es algo bueno para mi, generalmente siento que no sé qué es lo que necesita mi atención—nada aparece.
Cuando ya tengo una sensación sentida es otra cuestión. Ya se qué es lo que necesita mi atención y voy directamente hacia eso.
Pero cuando nada aparece enseguida, y luego algo entra en mi MENTE, y una sensación sentida se forma de ESO, tengo frecuentemente la sensación de que no es realmente eso, no es realmente el tema crucial que tengo que acompañar”
Querida Gisela,
Concuerdo con vos, empezar a hacer Focusing cuando no hay “nada allí” puede ser un momento difícil. Yo experiencié este momento muchas veces!
Como vos decís, podemos empezar Focusing teniendo un tema en la mente, o podemos empezar Focusing teniendo ya una sensación sentida. Por ejemplo, puedo seguir teniendo una sensación molesta en el estómago después de haber hablado con mi hija por teléfono hace un rato ese día. Es casi como si esa sensación estuviera pidiéndome que la atienda y cuando me siento a hacer Focusing, allí está.
Pero, qué pasa con esas otras veces, cuando me siento a hacer Focusing sin nada como eso en mi atención?
En esos momentos, me es útil recordar dos cosas que aprendí. Uno: Siempre estamos viviendo todas las situaciones de nuestras vidas. Mi pareja puede no estar en este cuarto con migo, pero la relación con él está aquí, siendo vivida en mi cuerpo. Del mismo modo mi hija, mi sobrina, mi colega…están todos aquí. Así como también están mis dilemas y mis situaciones bloqueadas de mi vida.
Dos: El cuerpo siempre puede darme una sensación sentida de cómo es ser yo, acá, viviendo las situaciones de mi vida.
Entonces es eso lo que invito. Cuando me siento a hacer Focusing, y parece no haber nada dentro mío aclamando mi atención, tomo tiempo para poner mi conciencia en mi cuerpo, primero en las partes externas, luego garganta, pecho, estomago, panza.
Luego invito a mi cuerpo a darme una sensación sentida de cómo se siente ser yo, ahora, viviendo las situaciones de mi vida. Luego espero. Generalmente el resultado no es dramático. Lo que se forma en mi es borroso al principio, indefinido, poco claro. Pero generalmente me sorprende. Y cuando entro en contacto con eso, y paso un tiempo con él, siento que mi vida se ilumina y se siente mejor.
“No importa adonde empecemos, siempre llegamos allí.”
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Gisela sigue escribiendo: “Por otro lado, también experiencié que Focusing me lleva al hecho crucial desde un punto de partida que parecería muy alejado de este hecho. Con esto concluí: no importa adonde empecemos, siempre nos lleva allí.
Exacto! Yo también me di cuenta de eso, que el lugar de partida no tiene realmente importancia…Por que cada sensación sentida tiene la cualidad de un todo, es de alguna manera el todo de lo que estamos atravesando. Por eso, podemos definitivamente empezar en cualquier lugar, y cuando terminemos de hacer Focusing, generalmente sentimos como si hubiéramos trabajado sobre algo mucho más grande que con lo que empezamos.